domingo, 27 de febrero de 2011

SEAMOS BUSCADORES DE NUBES














1 Reyes 18:41-46. La nube pequeña es solo el comienzo jamás debemos confundirla con el final. La oración “atrapa” nubes y atrae lluvias.No existe lluvia sin nubes. Y se las atrae con obediencia.
La nube es la señal que Dios nos envía para reforzar nuestra fe.
Así como la nube trae en su interior el agua de la lluvia, del mismo modo la señal de Dios contiene en su interior la bendición.